Cuando pienso en el tie dye, atar y teñir, se me vienen a la mente de inmediato los años 70s, el movimiento hippie, los famosos veranos del amor, las minifaldas, marchas contra la guerra en Vietnam, la guerra fría y el auge artesanal del DIY, hágalo usted mismo…y quizá la añoranza por tiempos más sencillos aunque en aquel momento parecían muy truculentos.
Desde entonces, el tie dye va y viene en el mundo de la moda sin jamás perder ese dejo de espíritu libre y rebelde a la vez. Desde el verano del 2019, el tie dye apareció en múltiples pasarelas como símbolo de libertad, paz y la auto expresión que se proyecta en los festivales musicales y en todos lados por el deseo de una nueva generación de consumidores de ser ellos quienes quienes deciden el modo de la moda. Desde el 2019, Stella McCartney presentó en pasarela su interpretación muy high end del tie dye. ¿Sería una colección premonitoria?
Para este inesperado verano del año 2020 que pronto conoceremos como “el año que vivimos en peligro” título de aquella película de los 80s, tenemos la confirmación del tie dye en siluetas más urbanas diferentes a las propuestas de playeras psicodélicas de la era hippie, pero quizá con el mismo mensaje de amor y paz en medio de los tiempos revueltos que unen pandemia y protesta.
Con mucho ánimo, el tie dye llega con el sello de La Poblana, en frescas propuestas en algodón 100% en colores primarios salpicados sobre fondos blancos para las siluetas veraniegas de este 2020.
Aunque sigamos en la incertidumbre del encierro, la creatividad florece y vale mucho la pena ponerle atención al tie dye que en esta era del individualismo llegó para quedarse.