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Abril revoluciona al mundo con tres posiciones planetarias que cambiarán la vida personal y de las naciones.
El día 12 en Piscis se reunieron sus dos regentes (Júpiter y Neptuno), marcando el inició de un ciclo de 13 años de expansión espiritual y cultural; al día siguiente Lilith (la luna negra) arribó a Cáncer, algo que sucede cada 9 años, para sacar los trapos sucios familiares y nacionales.
Por si fuera poco el día 30, el eclipse solar traerá al presente situaciones que se dieron en noviembre de 2021.
Todo ello dará paso a transformaciones rápidas, inesperadas y que van a renovar la estructura de la vida, como hasta ahora la conocemos. De igual forma que estaremos emocionados por las buenas oportunidades que se van a presentar, también estaremos agitados por el incremento de las migraciones en todo el planeta por razones económicas.
Viene una transformación global radical, no exenta de penas, enojos y rebelión pues se niega a morir un sistema que ha durado 800 años. Veremos morir estructuras, ideologías y sistemas en cascada, que nos han llevado en la actualidad a los extremos y que ya no dan respuestas, soluciones positivas ni las condiciones de existencia que requiere la humanidad para su desarrollo y futuro congruente.
Se presenta primero con la purificación en el hogar y en las relaciones con los parientes; saliendo a la luz reclamos e historias de larga data para ser resueltos, negociados o perdonados.
Urge a través de esa purificar lograr la unión y la armonía entre sus miembros para enfrentar juntos los próximos eventos que se darán en la nación y para defender sus bienes, empezando por la selva.
Lilith afecta el “hogar mayor”, por lo que los temas primordiales que han de defender los países son su identidad, territorio, energéticos, alimentos y agua; así como la salud mental de sus sociedades, oponiéndose al dominio de la sinrazón con ideologías que se oponen a la naturaleza.
Todo ello es reflejo del enfrentamiento entre dos tendencias de uniformar a las naciones, las cuales son sostenidas por dos titanes sin rostro que no escatiman dinero, armamento de todo tipo, ni consideran el bienestar o el futuro de los pueblos. Esto está marcado por la influencia de ambas lunas, Lilith y Selene, sobre Plutón que representa el poder material descarnado.
La humanidad también tiene una gran oportunidad que en este momento, la cual la brindan los valores de Piscis desde donde se está emitiendo la mayor energía de la espiritualidad, la fe, la compasión y la fraternidad, especialmente luego del día 30.
Las utopías, los credos y el humanismo, aplicadas activamente y de forma práctica, son las únicas vías para destronar a todas las dictaduras. Es la gran prueba, ¿entenderemos por fin que somos uno? Si no lo asumimos, no habrá mañana pues el transhumanismo será el nuevo habitante de esta Tierra.
La decisión espero sea la dictada por Venus en conjunción con Júpiter, es decir, el amor incondicional entre nosotros. Ambos planetas nos dan la generosidad, el optimismo, el fervor y la creatividad para transformar las circunstancias que hoy aquejan al mundo, generando medios afortunados, abundantes y para establecer la paz.
