Organizar un concurso de moda no es fácil, se podría pensar que basta con nombrar un primer, un segundo y un tercer lugar y voilá, habemus competición. Lo cierto es que Modapremio no la tuvo fácil tras varios largos años de ausencia en el radar del diseño mexicano, en los ochenta y noventa fue EL concurso, luego cayó en estado de coma. En 2017 el equipo decidió volver “a las andadas” y tuvo que sortear todos los obstáculos que se puedan imaginar, ahora, al llevarse a cabo la quinta edición del concurso, puedo notar que Modapremio se ha fortalecido, su gran ventaja siempre fue su buena reputación entre las escuelas y universidades de moda, así como el cariño que los estudiantes sienten por esta marca y por su fundadora; La Fusoni.
Por Rapha Huerta.
Soy el más feliz de los espectadores porque me ha tocado ser juez durante cinco años, así que he podido observar muy de cerca cómo va cambiando la visión de los creativos que aquí concursan, más feliz me hace descubrir que hace dos años, prestaron atención al decálogo que publiqué en este mismo medio, hablaba de la creatividad y depuración. En esta reciente edición sonreí al comprobar que el abuso de cremalleras ha desaparecido casi por completo, los creativos van comprendiendo y aceptando que coser veinte zippers a una chaqueta no hacen vanguardista a tu diseño, mucho menos futurista, más bien lo convierten en una pieza poco funcional y estorbosa.
La gran ventaja que poseen ahora los estudiantes de moda, es la inmediatez de la información, aquellos diseñadores que concursaban en el Modapremio de los años ochenta y noventa, ni por error soñaron con tener referencias miles en la palma de su mano y obtener información precisa con la rapidez de un click. Tampoco imaginaron que diferentes diseñadores y apasionados del diseño, estarían un día compartiendo en Instagram sus “mejores secretos para confeccionar una prenda”. El gran regalo que nos hizo la pandemia fue tener a personajes como Kateryna Olek o Fátima Macías, esparciendo conocimiento por todo México y el continente a través de su IG y FB, lo hacían desde antes pero el encierro que sufrió la gente provocó que más personas las descubrieran en su intento por olvidar la cuarentena. Más diseñadores y creativos a nivel internacional, hicieron lo propio.
Los ganadores de un concurso son aquellos que han prestado atención a sus errores y tenido la disposición de mejorar sus técnicas, pero principalmente de aclarar sus ideas, me refiero particularmente a Mina Hernández, quien tuvo a bien escribirme para contarme que mis observaciones de 2021 le habían ayudado mucho, que ahora había ganado el tercer lugar. El año pasado me pidió un punto de vista y como tal lo recibió: “(…) es diseño de moda, no permitas que tus prendas de crochet parezcan camino de mesa, aterriza (…)”. Fui corriendo a revisar su diseño, voilá, un enterizo de sport colorido y atractivo, con excelente fit sobre el cuerpo de la modelo, nada que ver con la prenda del pasado.
Un concurso de moda es bueno no solo por el equipo detrás de éste sino también por la calidad de sus concursantes, mientras la dirección evoluciona en la gestión, los estudiantes crecen en la creación y ambas partes están preparadas para enfrentar la situación que se ponga enfrente.
El reto que tienen ahora los estudiantes para las siguientes ediciones es cultivar el don de la palabra, de la dicción, no solo para impactar mejor en los videos donde presentan sus diseños, en realidad me refiero a su futura vida profesional. El verbo es una de las armas más poderosas, y no hay nada más convincente e impactante, que ver a un creativo hablar de los diseños de su marca con fluidez, propiedad y charm.
El arte de las ventas se cimienta -entre otras cosas- en la seducción de la palabra, un diseñador, lo que se dice un diseñador, debe de verse y sonar culto, mundano, viajado y seguro. Si por el momento no hay capital para viajar, conocer y descubrir, existen libros… o en su defecto, ese aparato tan ligero que siempre llevamos en la mano.
Se vale que seas tímido, introvertido o como quieras llamarte, se vale que pienses que tu marca es como un alter ego que habla por ti, pero al final, la voz la tienes que prestar tú. Tienes que estar a la altura de las circunstancias, más te vale prepararte. KS
Kiss Kiss!!!!
Hug Hug!!!!
