Hace algunos meses, le preguntamos a nuestro colaborador René Marcov ¿ Existe un “El Renacer de la Moda””? Hoy ese tema esta más candente que nunca. Aquí su opinión actualizada sobre el estado de la moda mexicana.
La Moda a nivel mundial ha perdido su lustre. Durante la pandemia mucho se ha cuestionado la relevancia de la industria más allá de crear necesidades que verdaderamente no lo son. La situación sanitaria ha dejado en evidencia que se requieren cambios en la forma de crear, comercializar y consumir productos y servicios de moda. Aún después del confinamiento, muchas marcas siguen sin encontrar la forma de conectar con las audiencias digitales o crear contenidos que se consideren relevantes. Si el escenario global es complicado, el nacional tiene retos aún más específicos.
by @ReneMarcov / renemarcov@gmail.com
¿De qué sirve crear colecciones de prendas que no ofrecen un producto diferenciado para los consumidores? ¿Cómo es que la oferta de la moda nacional puede competir con los precios de los gigantes del fast fashion a los que también se ha sumado Amazon? ¿Qué ofrecemos que sea tan atractivo como para pasar por alto que las piezas sean más caras y tarden más tiempo en llegar a sus usuarios finales que el que ofrecen los competidores más grandes?
Urge cuestionar no solamente el sistema de la creación sino también los discursos de venta. ¿Cómo vamos a convencer al mercado de abandonar la comodidad de sus pantuflas y pijamas para apostar por una propuesta que se siente frívola y poco adecuada?
La moda mexicana atraviesa periodo que más que respuestas necesita PREGUNTAS, y una serie de compromisos por parte de todos sus actores.
Muchos diseñadores, fotógrafos, modelos y estilistas han tenido que recurrir a actividades laterales alternativas no relacionadas con la moda para sostenerse en este periodo de pausa, se aplaude la resiliencia, pero tendríamos que estar preocupados por crear una industria sólida que no los deje volando ante escenarios no planeados. La crisis nos ha puesto de frente todas las fallas que tenemos que corregir como gremio, y ha hecho evidente que la colaboración es el único camino para formar una industria fuerte.
PLANEAR es una mejor opción que REACCIONAR.
Aunque aún no regresamos a “la normalidad completa” y ya estamos cometiendo los mismos errores, ¿es que acaso no aprendimos nada? Conforme se reactivan las actividades se han comenzado a desarrollar productos que no apuestan por modelos de producción y comercialización más sostenibles, diseñados para durar poco e imaginando estilos de vida que están lejos de volver. ¿Vamos a seguir abrazados a la idea de venderle mercancía a clientes que no existen, sin tomar en cuenta sus necesidades reales, su cotidianidad y sin poner su confort en el centro del diseño? Ya lo hicimos una vez y tocó poner los pies en la tierra cuando la cosa se puso seria.
Mientras muchos consumidores aún no regresan a sus actividades cotidianas, todos aquellos que cuentan con puntos de venta físico tendrían que estar diseñando experiencias que atraigan a los consumidores a las tiendas, pues en un mundo habituado a las compras online de todo tipo, ¿qué podemos ofrecer que sea más interesante que la comodidad absoluta de ordenar online y recibir directamente en casa? Si bien es cierto que el instinto natural será volver a las calles al terminar la pandemia, eso no asegura que se retomen los viejos hábitos de consumo con una economía gastada; y en caso de que así fuera, ¿por cuánto tiempo puede mantenerse el ritmo de forma artificial?
Muchas son las interrogantes, y pocos son aquellos que se toman el tiempo de pensar para encontrar las soluciones. Queremos que la industria renazca, pero tenemos miedo de hacer el diagnóstico.
Reflexionemos y retomemos el comentario del autor: La moda mexicana no ha renacido, se encuentra en estado de coma…¿o está reviviendo lentamente?