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A través de los siglos, las gemas además de servir como el ornato más codiciado del hombre fueron codiciadas por sus poderes místicos, para curar, atraer la buena fortuna y protegernos del mal.
La leyenda data de los tiempos de Platón, quien aseguraba que las virtudes de las gemas se deben a espíritus estelares que vuelven preciosas las cosas más inimaginables. Desde entonces y hasta el siglo XVIII, las joyas se pulverizaban e ingerían para obtener sus beneficios o se les consagraba para aumentar su fuerza.
Al respecto el ritual Católico señala el envolver la piedra en un lienzo y colocarla sobre el altar. Se decían tres misas y el sacerdote la bendecía con la siguiente oración: “El que use esta piedra que sienta su poder y sea digno de recibir el regalo de vuestra gracia y de vuestra protección, a través de vuestro hijo Jesucristo en quien reside toda santificación, bendición y consagración, que viven en vos y reina como Dios para toda la eternidad”.
De manera cotidiana y de acuerdo a la Astrología, podemos aprovechar la fuerza de cualquier piedra de monte, río o mar utilizando la que corresponde a cada día:
* El lunes, hay que portar una piedra lunar (perla o cristal de roca).
Respecto a la Perla, se le tenía por una protección contra las quemaduras y para preservar la pureza de las doncellas. Durante la Edad Media, se empleo en forma de sal para combatir las infecciones y decaimientos, curar el corazón, la epilepsia y la histeria. Con 10 gramos detenían las hemorragias. En la cosmética era muy apreciada la perla en polvo para estirar la piel marchita y como maquillaje.
* El martes se requiere llevar coral, rubí, granate, esmeralda o zafiro estrella.
* El miércoles se usa esmeralda, amatista o sangre de pichón.
* El jueves se luce ojo de gato, zafiro o cornalina.
* El viernes se lleva brillante, esmeralda, ojo de gato o esmeraldina. El primero fue empleado por los sacerdotes de Esculapio contra la locura. Hoy se considera que es un poderoso escudo contra la envidia.
En los tratados de magia de la Edad Media y el Renacimiento, siempre se la atribuido al diamante el poder de proteger contra el mal, evitar las pesadillas y ayudar a la toma de decisiones.
Posteriormente muchos grandes hombres han confiado en su poder, tales como Alfonso X y Napoleón que engarzó un brillante en su sable. Actualmente lo llevan abogados, financieros y comerciantes, ya que es bien sabido que quien lo porte ganará juicios.
El filósofo Plinio decía que su poder es más grande cuando se emplea en forma de anillo y se lleva en la mano izquierda, dado que su fuerza aumenta cuando está orientado al norte.
*El sábado emplea el azabache que confiere protección y el conocimiento de lo oculto.
*El domingo también usa un diamante que otorga creatividad y enfoques innovadores en todo asunto.
Para beneficiarte del poder de las joyas, úsalas por su belleza y no por su valor pues de acuerdo a las creencias populares, cuando las joyas las usa una persona mezquina o enferma pierden su brillo y su poder benéfico.
