NO.

Así, con punto final, es la mejor respuesta de todas y aplica para la vida, resulta útil para todo, probablemente ésta sea la palabra menos deseada, la expresión más temida. Para muchos, “NO” posee una connotación negativa o hiriente, para mí es una expresión vital dentro de nuestro vocabulario -de la moda mexicana-… Porque puede salvar tu vida, y la carrera también.

Por Rapha Huerta.

Armani debería lanzar la contraparte de su hechizante perfume “Sí”, tendría que ser el antónimo perfecto; de color oscuro pero vibrante y con destellos metálicos. El comercial podría recitar: “No, a la mentira, no, a los malos eventos, No, a faltarte al respeto a ti mismo, No, a decir que sí por sentirse comprometido…”

Y es que de verdad, qué triste es observar cómo la comunidad creativa y de la moda en México, dice “sí” a pasar por encima de su talento con tal de figurar en eventos que se supone, han sido pensados como medio de exposición y al final, resultan ser una hoguera más grande que aquella que levantó Jean de Bedford para Juana de Arco en Ruan… luego, cuando uno les pregunta los motivos de su “sí” -de su participación, pues-, te responden que no tenían nada mejor que hacer. Como el personaje del diseño mexicano que me ha dicho: “Es que, por lo menos, desfilé”. ¿Por lo menos? ¿Acaso tu carrera es tan aburrida y poco impactante que tienes que conformarte con tener presencia en desfiles trespeseros que te hacen perder dinero pero los aceptas para medio divertirte?

No. Me niego a aceptar que un diseñador de moda mexicano decida perder tiempo y capital en eventos yermos, en lugar de, por ejemplo, invertir en el desarrollo de una buena página web propia y bilingüe para su marca, una que además, sea puente para agilizar las ventas porque tiene absolutamente toda la información que los visitantes necesitan para satisfacer su deseo de consumir diseño.

¿Suena muy descabellado y exigente? Sugeriré entonces algo más sencillo. El capital que vayas a invertir en una pasarela que ya sabes que no te conviene -aunque sean tres pesos-, utilízalo para maquilar tus diseños en talla CH, M y G, porque una pasarela de samples no te hace marca de moda, mucho menos emprendedor y todavía menos, empresario. Invierte tu dinero en una buena etiqueta para tu producto -busquen Gimnasio Creativo en redes o soliciten info a la diseñadora María Ponce, allí tienen las etiquetas fantásticas que tanto necesitan-, pero no digan “SÍ” a participar en eventos indignos, entiendan que solo en las manos de ustedes recae el peso de mantener la reputación de su trabajo en el lugar que le corresponde. Sé de muchos que se han esforzado por hacer una gran labor pero ésta acaba valiendo madres por no haber dicho que “NO” a tiempo, porque con tal de quedar bien, prefirieron joderse a sí mismos y a su trabajo, ése con el que nadie les ayuda mientras solitos se truenan los dedos.

“Es que yo quisiera estar en Fashion Week pero no tengo el dinero”, fue la justificación de un conocido, le respondí con esta frase que he elaborado con lo aprendido en la incubadora de negocios de moda Fashion Forward. “Nuestra meta no debería ser fashion week ni ninguna otra pasarela, pero sí vender lo suficiente como para poder armar nuestro propio show donde se nos dé la gana, aunque nos cueste 15 años lograrlo”. Les mencionaré el ejemplo de Carolina Vázquez y su imperio de quinceañeras, fue un sueño que comenzó en el garage de su madre y poco más de una década después, tiene la capacidad de montar sus pasarelas en los mejores hoteles de Guadalajara, a su tiempo, ritmo y gusto, con la visita de miles de niñas enloquecidas por tener sus vestidazos.

Define qué es lo que quieres, cómo lo quieres y para cuándo lo requieres. Hazte cargo de tus decisiones, di que SÍ cuando el riesgo valga la pena y responde que NO cuando tengas más dudas que certeza. Diana Vreeland decía que “Un poco de mal gusto es como un buen toque de paprika. Todos necesitamos un poco de mal gusto, es sano (…)”, nada más no hay que excederse…