Moda
Regina Dondé y su Flor Viajera
Cada nueva edición de las diferentes plataformas que surgen en el escenario de la moda mexicana aporta sorpresas, deleites y, desde luego, la reafirmación que los diseñadores nacionales tienen músculo y propuesta.
La sexta edición del Querétaro Fashion Show de Karla Fabré, celebrado en la Hacienda Las Lagunillas de Huimilpan, incluyó las colecciones de Pineda Covalín, Carlos Pineda, Alexia Ulibarri, Lorena Saravia, David Camarena, Liech Antel Swimwear y Regina Dondé con su colección Flor Viajera.
Muy presentes en las pasarelas, las botas de Cuadra, la alta joyería de Soveranya, los accesorios de Elisheva&Constance, asi como los lentes Eleven. La dirección artística de las pasarelas estuvo a cargo del reconocido coordinador, Paco Contreras.
Mi favorita fue Flor Viajera de Regina Dondé porque de inmediato recordé el libro de Gilles Clément “El Elogio de las Vagabundas” que describe como se viajan flores, árboles y hierbas a través del mundo y se van arraigando en diferentes latitudes cambiando y adaptándose a los nuevos suelos.
Bajo una suntuosa carpa plisada con recuerdos moriscos, desfiló Flor Viajera, una reinterpretación de la colección previamente presentada con gran éxito por la diseñadora durante la semana de la moda del Paris Fashion Week en septiembre del 2023.
Flor Viajera está inspirada en los bordados artesanales que migran y se transforman, igual que las plantas y las flores, atravesando tiempo y fronteras, encontrando arraigo y reinterpretación en diferentes latitudes. Partiendo de los bosques de Asia, la Flor llegó a Europa viajando a costas mexicanas después de la Conquista.
Las mujeres zapotecas del Istmo de Tehuantepec adoptaron esta flor, plasmándola en asombrosos bordados de brillantes colores reconocidos mundialmente. De igual manera, las mujeres de Tenango de Doria, Hidalgo, integran estas flores en los bordados que representan festividades como el Día de Muertos, la cosecha, religión, vida cotidiana, paisajes naturales y animales, siempre con devoción simbólica.
Fascinantes resultaron en pasarela los penachos creados por Betsabé Romero, aureolas mágicas honrando las raíces y el mestizaje. Sin duda cuando el arte y la moda se dan la mano, sucede una magia muy especial.
Cada diseño de Flor Viajera lleva el nombre de una flor en Zapoteco y Otomí. Estos nombres no solo honran a las bordadoras y su herencia cultural, sino que también añaden un significado especial a cada pieza. Algunos ejemplos de estas palabras son ‘Xuhue’, ‘K’eeta’, ‘Muxhá ‘, ‘Ha’i’, ‘Xui’ku’, ‘Ri’akua’ y ‘Xa’mi’, cada una con su propio significado y conexión especial con la pieza que representa.
Invitada especial de esta pasarela fue la diseñadora Aline Bortolotti quien lució en pasarela el chaleco Flor Viajera, bordado por la comunidad de las tehuanas en paleta de grises con plateado, en combinación con las rayas blanco y negro que fueron el leit motif de la colección.
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