CUENTOS CORTOS DE UNA VIDA LARGA

¿Adónde fregados se fueron las abejas?

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O where, o where have all the flowers gone…far, far away…

Canción  de  Arlo Guthrie y Pete Seeger

El año pasado en mi balcón, las abejas zumbaban entre los jitomates, las salvias y las floraciones de las diferentes hierbas con las que cocina Félix.

Cada mañana, un deleite verlas llegar a trabajar…15, 20 abejas dándole a la polinización.

Llegó el invierno, las salvias se desgastaron, pero las abejas siguieron viniendo, golosas, a amontonarse sobre el pan con miel de cada mañana les dejaba como su desayuno.

Hasta que un día dejaron de venir, quedando solo mis tres abejorros, dos negros y uno guero. Y a mi mente volvio la canción de Seeger y Guthrie, cuyo tema nada que ver con las abejas pero que me zumba como un desconcertante recuerdo de la ausencia de las abejas.

Pasó el invierno, se volvieron a plantar las salvias, y también las semillas de los jitomates que rindieron en la pasada cosecha más de 400 redonditos Cherry y cerca de 30 Heirloom rojos y amarillos, empezaron a salir sus plantitas.

¿Y las abejas,? Brillando por su ausencia. Al principio fue “el ya vendrán”… Sola ha llegado una y pensé que ella llamaría a las demas. Pero la muy canija viene a darse la vuelta y se va, trajo a una compañera, le chambearon un rato a la polinización y se fugaron las dos. Y así quedó el asunto, solo dos abejas se apersonaron y ahora a media Semana Santa, me queda claro que no vendrán.

Y asi como zumbaban el año pasado, en mi cabeza zumba el nostálgico refrán de Pete Seeger en las voces de Peter, Paul and Mary,  con algo de licencia poética  Where have al the bees gone…

Tampoco han llegado a las jardineras del frente de mi edificio…ni por los Reyes y a muchos otros lugares, aunque mi amigo el fotografo Sergio me dice que por su casa hay 5. ¡Solo 5!

Consultando al no muy brillante chat GPT, me dice que seguramente su ausencia se debe a la contaminación y a la pésima calidad del aire.

Y entonces, ¿donde andan?

Para mi, las abejas siempre fueron un milagroso misterio.

Las de mi terraza no venían de algún panal donde se cultivan para producir miel…eran espíritus libres, que llegaban, chambeaban todo el dia polinizando y desaparecían al caer la tarde.

¿En donde se refugiaban para dormir? En un hojita quizá, al cobijo de una flor. Todo un misterio de la naturaleza.

Y aqui sigo cada mañana saliendo a revisar las plantas esperanzada de que llegaran.

Las abejas viven 43 dias…o sea que para abril ya andaríamos en la tercera generación de abejas trabajadoras¡ y nada!

Curiosamente, los abejorros que pueden llegar a vivir hasta cinco años, ahora han tomado con cierto desgano la función de las abejas, metiéndose adentro de las flores un poco palurdos, no como las esbeltas y ágiles abejas. Ademas son flojos y se aburren,despues de visitar un par de flores  se van a dar la vuelta o a descansar en los laberintos su tronco.

Afortunadamente, colibríes y una mariposa errante andan de flor en flor cumpliendo con sus funciones polinizadoras, pero no es lo mismo.

Por eso cada mañana salgo a mi terraza y con tristeza canto hacia adentro

O where o where have all the bees gone…far far away…

Gone…far, far away…las abejas con su ausencia interrumpen los ciclos de polinización…cuando llegue el momento de la floración de los jitomates  ¿cómo se va a poner la cosa?

 

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