Barbie Día de Muertos, de Mattel, es un puente entre mundos: un momento en que el recuerdo se viste de color y la memoria se convierte en arte. Desde hace algunos años , la colección de esta festividad se ha sumado a este diálogo entre tradición y diseño, reinterpretando los símbolos más reconocibles de la festividad: flores, catrinas, bordados y rituales que celebran la vida a través de la muerte.
Cada muñeca se convierte en una crónica visual, donde vestuario, escultura facial y accesorios construyen un lenguaje que rinde homenaje a la cultura mexicana.
La primera edición, lanzada en 2019, fue diseñada por el diseñador interno de Mattel, Javier Meabe, y presentó un vestido largo con volantes bordados con corazones y mariposas monarca, en tonos naranjas y amarillos que evocaban el cempasúchil. La pintura facial recreaba una catrina y la corona de flores y mariposas realzaba su aura ceremonial, creando una pieza que, desde su estética clásica, transmitía solemnidad y celebración.
En 2020, Meabe llevó la colección hacia un enfoque más místico, con un vestido de encaje color rubor y una segunda capa bordada con motivos florales y esqueletos. La muñeca lucía una diadema de manos esqueléticas que sostenían rosas y caléndulas, complementada por pendientes y zapatos a juego, mientras que el maquillaje de catrina reforzaba la narrativa simbólica de la festividad, mostrando cómo la artesanía del vestuario podía contar historias sin palabras.
Al año siguiente, el diseñador continuó explorando la tradición del Día de Muertos con dos piezas distintas, cada una con su propia historia. La primera vestía un atuendo bordado con calaveras de azúcar y detalles florales multicolor, con pintura facial que se extendía hasta el cuello formando un delicado esqueleto, acompañada de diadema, pulseras y aretes. La segunda pieza, masculina, adoptó un look de charro con sarape, camisa bordada, corbata bolo y botas, con calaveras de azúcar en plata y pintura facial festiva. Ambas piezas, independientes entre sí, creaban un diálogo estético que ampliaba la narrativa visual de la colección, reflejando la dualidad entre lo masculino y lo femenino en la tradición del Día de Muertos.
Para la Barbie de 2022, Mattel colaboró por primera vez con el diseñador mexicano Benito Santos, quien creó un vestido negro de silueta sirena, con bordados ornamentales en blanco y carmesí, chaqueta bolero y tocado ceremonial, reinterpretando la tradición con una estética contemporánea de alta costura. Además, la colección presentó otros muñecos: la primera Barbie, diseñada por el equipo interno de Mattel, lució un vestido púrpura real con volantes, calaveras de azúcar estampadas y detalles florales, coronada con una diadema de rosas y flores de cempasúchil, mientras que la contraparte masculina llevó un atuendo charro azul brillante con chaleco bordado, sombrero y corbata de bolero. Cada pieza contaba con identidad propia, narrando diferentes aspectos de la cultura y la moda mexicana.
En 2023, Mattel continuó sus colaboraciones con diseñadores mexicanos, destacando la participación de las hermanas Pink Magnolia, quienes diseñaron una muñeca con un vestido de tul escalonado rosa bordado con calaveras y corazones, fusionando tradición y estética contemporánea. Además, la colección presentó otras piezas diseñadas por el equipo interno de Mattel: una muñeca principal lució un vestido rosa satinado con mini ofrenda, evocando la memoria de los seres queridos mediante un pequeño diorama con esqueletos danzantes, mientras que la versión masculina llevó un traje azul oscuro con bordados de calaveras y sombrero decorado, creando un contrapunto que complementaba las historias femeninas sin superponerse a ellas.
En 2024, Mattel inició la colección destacando la colaboración con Kris Goyri, quien diseñó un vestido blanco plisado con mangas voluminosas, flores de cempasúchil y tocado festivo, completado con botas borgoña y collar turquesa, ofreciendo una reinterpretación elegante y conceptual de la festividad. Además, la colección incluyó otras piezas diseñadas por el equipo interno de Mattel: una muñeca vistió un vestido negro con volantes y bordados de calaveras, mientras que la versión masculina combinaba bordados turquesa y sombrero de ala ancha, evocando la tradición charra con modernidad. Cada pieza mantenía autonomía narrativa, reforzando la riqueza visual de la colección.
Finalmente, en 2025, la colección alcanzó su cúspide técnica y simbólica. La edición La Llorona, diseñada nuevamente por Javier Meabe, exploró el folclore con un vestido de novia blanco y azul, tocado de rosas negras y maquillaje de catrina con lágrimas azules, fusionando mito y memoria. Otra muñeca, diseñada por Ari Sarinana, presentó un vestido crema inspirado en la flor de cempasúchil, con volantes, listones y mangas tipo blusón, diseñado para articulación y poses dinámicas. La contraparte masculina incorporó bordados metálicos, pintura facial de calavera y detalles en manos, ofreciendo movimientos más expresivos. Cada pieza mostraba una historia distinta de la tradición, revelando la versatilidad narrativa de la colección.
A lo largo de estas siete ediciones, la colección Día de Muertos ha pasado de la representación simbólica de la tradición a una exploración estética y narrativa sofisticada. Cada muñeco funciona como un archivo visual que celebra la riqueza cultural de México, integrando colaboraciones con diseñadores mexicanos, reinterpretaciones contemporáneas de trajes tradicionales, mayor articulación, detalles de alta costura y escultura facial avanzada. Para expertos en moda y coleccionistas, estas piezas representan un laboratorio de investigación estética donde tradición y diseño convergen, creando historias únicas dentro de un mismo panorama cultural.

































