Lo primero que se me viene a la mente cuando me pongo a pensar en la situación actual que vive la industria de la moda en México, es una frase que decía una profesora que tuve en la carrera de leyes “Toda virtud en exceso se convierte en defecto”. Con esto me refiero al desmedido ego que coloca al diseñador de moda en un pináculo de perfección y éxito indubitable.
Por Jacob Pulido / jacobpulido@gmail.com
Nunca escuchamos a algún diseñador exclamar sollozos de tristeza cuando le cuestionan por su actual situación comercial, siempre que uno pregunta, todo se encuentra perfecto, como si de una ama de casa de los años 50´s se tratara y le preguntaran si existen “problemas en el paraíso”, por supuesto que la respuesta jamás sería un sí.
Debido a lo anterior y a algunos factores adicionales, el termómetro de la industria del diseño se vuelve un espejismo difícil de interpretar, sobre todo para los nóveles emprendedores que tienen como ejemplo marcas “perfectas”, a las que no se les mueve ni un sólo cabello al andar. Una careta pintada con una sonrisa disfraza a una gama de marcas de diseño que solo reflejan éxito tras éxito con cada colección, la cruda realidad llega después cuando, lo que dicen no cuadra con lo que vemos en los escaparates, ¿marcas con gran éxito que no tienen puntos de venta? Que tienen puntos de venta que a simple vista parecen incosteables e incluso aquellas que presumen exportaciones cruzando el charco, cuando en realidad sólo se mando una prenda a la amiga de la amiga por medio de DHL o Fedex.
Existe la falsa creencia de que el dueño de la marca siempre deberá poner una cara sonriente y aparentar que todo funciona de maravilla, ¿Por qué? ¿Dónde dice que esto nos permitirá lograr el éxito? Por el contrario, lamentablemente esto sólo nos perjudica, ya que al reflejar una bonanza perfecta evitamos que gente que en verdad puede y nos quiere ayudar logre beneficiar al negocio apoyando de distintas maneras, desde un sincero y honesto consejo hasta un impulso con sus conocidos, existen diversas maneras con las cuales el diseñador y dueño de marca en verdad pueden sentirse respaldados, dejemos de pensar que este es un camino que en solitario debemos andar, existe una gran cantidad de personas que lo único que queremos es ver a esta industria florecer cada vez más y sólo teniendo un panorama real de la situación actual de la industria lo lograremos.
La moda es un negocio como el de cualquier otra industria, es normal que se tengan traspiés eso es lo que nos hace fuertes, se vale reconocerlos, eso es lo que nos vuelve sabios, se vale afrontarlos, eso es lo que nos hace resilientes y a largo plazo, exitosos en nuestros negocios en la moda.
