Moda

El día en que México se detuvo

 

 

Este día recordamos nuestras reflexiones sobre la marcha del 8 de marzo de 2020 y aquel 9 de marzo en que México se detuvo

¿Y si todas las ausencias de ayer fueran porqué todas están muertas? ¿y si realmente la siguiente fueras tú? Este no es momento para criticar ni estigmatizar. Es un día de reflexión y aceptación. A lo largo de la historia, los movimientos político-sociales han brotado por la misma causa; un sector vulnerable en contra de un sector violentador.

Ciudad de México a 10 de marzo, 2020.- El día de ayer, al recorrer las calles de la Ciudad de México; no sólo noté ausencias, sentí un grito de auxilio, un grito desesperado por ser escuchado. El silenció tomó la capital, miles de mujeres se ausentaron para demostrar no sólo lo indispensables que son, sino también lo poco que somos los hombres sin ellas.

Por supuesto, la industria de la moda no se podía quedar atrás, al aproximarte a las tiendas, las ausencias eran evidentes, sin movimiento, cajas vacías, podías observar a algunos de los trabajadores mostrar empatía con un listón morado en su uniforme. La solitud fue la protagonista de la tarde, quién pensaría que la ausencia sería la mejor manera de hacerse notar.

Desde luego, así como hay empatía, está la ecpatía… la industria de la confección, en este caso, las maquilas, una de las más fuertes en la moda, no “permitió” a sus trabajadoras faltar, y es ahí cuando te pones a pensar… seis de cada 10 empleados en la industria son mujeres ¿Qué pasaría si desaparecen? El sector obrero también es un sector vulnerable.

No vengo a quejarme como muchos lo han hecho, vengo a tratar de mostrar de alguna manera, que en algún sector de población, su estruendo fue escuchado. ¡NI UNA MÁS!, ¡NI UNA MENOS!, ¡NADIE MÁS! No sólo se trata de hacer ver que las mujeres son un pilar importante de la sociedad. Se trata de educar a todos para no minimizar, no violentar, no cometer los errores que han llevado a la humanidad a ser lo que es. Conocer el pasado para comprender el presente y así crear un futuro mejor. Desafortunadamente, como me decía una maestra en la preparatoria: “La historia nos ha enseñado que los mexicanos sólo aprendemos a madrazos”.

El pasado domingo 8 de marzo, las calles capitalinas se tiñeron de jacaranda para dar a conocer que no sólo mueren mujeres a diario, sino que hay muchas dispuestas a dar la cara por aquellas que no se pudieron defender, el valiente vive hasta que el cobarde quiere ¡Qué orgullo debe ser, ser mujer!

Personalmente, como parte de un sector vulnerable (LGBT), me duele y estremece que agredan a uno de los míos, la discriminación que vivimos en las calles no es fácil de “aguantar”, el acoso y los homicidios por homofobia también suceden, sin embargo, como una persona que vive y fue criado por mujeres, no puedo vivir con el pensamiento de que pueden hacer daño a las personas que más amo; mi tía y mi abuela, quienes me acogieron cuando a los nueve años decidí salir de casa de mi madre, sin mencionar a mi hermana que me ha dado su apoyo incondicional a lo largo de los años.

En aquella marcha, pude ver a miles de personas que luchan por la misma causa: SER LIBRES, vivir sin miedo es un derecho que todos deberíamos gozar, no un privilegio del que sólo disfrutan algunOs, no debemos permitir que nadie pase por encima de nosotros.

Este es un llamado a todos, hagámonos uno, no sólo por las mujeres, no sólo por las comunidades endebles, las personas deben vivir como personas ¡¿QUÉ DEMONIOS LES HACE PENSAR QUE TIENEN DERECHO A HACER DAÑO A LOS DEMÁS?!

Este movimiento sin duda será un parteaguas para todos, una convocatoria a la empatía, puede que no seamos muchos, pero, somos personas que intentan ser tratadas como tal ¡JUNTOS SOMOS MÁS!

El tiempo borra los recuerdos, pero es importante que sean una lección de vida, nunca de odio; es importante saber que las batallas de las mujeres en tiempos donde trataron de invisibilizarlas y borrarlas de la historia, ellas resistieron y merecieron la pena, cuando se extendieron como la luz que baña la mañana y quita sitio a la sombra. No podemos seguir en espera de que amanezca, se debe empujar esa línea luminosa que haga conseguir el respeto que todos merecemos.

Fotografías por Eduardo Bastida.

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