Shein, la empresa china de la que poco se sabe y poco se quiere revelar, promueve el consumo del fast fashion, subiendo a la red mas de 2000 nuevos diseños al día, dicen. Su origen es un misterio como muchos asuntos provenientes de la China actual. Otro de los misterios es que fabrica ropa más rápido y barato que ninguna otra. Por ejemplo, en dos meses Shein lanza aproximadamente la misma cantidad de artículos que Zara en todo un año. ¿La moda rápida comienza a verse algo lenta?
Por Nayely Palma / nayely_palmag@hotmail.com
Who are you, Mister Xu?
Según datos de Euromonitor, es el sitio web con más tráfico en el mundo en la categoría de moda, por encima de los sitios de Fashion Nova, Bohoo y Pretty Little Thing. Así como su app que es la más descargada en 56 países, incluyendo México y Estados Unidos. A pesar de este éxito, Shein, fundada en el 2008 por un misterioso señor Xu, en la actualidad tiene problemas de sustentabilidad ante un mundo que considera la moda uno de los principales responsables del calentamiento global.
No se necesita ser vidente ni matemático de alcurnia para darse cuenta de que los precios ridículamente bajos que ofrece en línea son el resultado de grandes abusos en cuanto a las condiciones laborales de los empleados, sobre todo mujeres costureras y el uso de materiales “úsese y tírese”.
La seducción del precio: buenas fotos, pésima calidad.
Son muchos los factores que han convertido a Shein en un monstruo del fast fashion, el principal: lo viral de los contenidos que los internautas de todo el mundo hacen de esta marca. Los famosos hauls en Youtube, las colaboraciones con los influencers del momento y colaboraciones con diseñadores nacionales, la publicidad gratuita en redes sociales masivas como lo es TikTok. Los usuarios de Instagram ahora lanzan una gran cantidad de hashtags; unas 850 mil publicaciones están etiquetadas como #sheingoals. El éxito también se explica mediante aspectos, como el rango de tallas dentro de su catálogo y la ya nombrada accesibilidad de sus precios y envíos en comparación con otras grandes de la industria.
De que le saben, le saben. Abrieron una pop-up en Paseo Interlomas, solo era para ver las prendas, ya que la compra se tenía que hacer en línea; sin embargo, todas las personas que visitaron la pop-up se llevaron el maquillaje que probaron. A decir de su director de marketing en México, Simon Shan: “México es uno de nuestros mercados extranjeros más importantes en todo el mundo, y vemos que el aprecio por nuestros productos crece dentro del país.”
Pop-up de Shein en Interlomas.
HISTORIA DE CLARO-OSCUROS
¿De donde salió el misterioso Chris Xu?, dicen que también es llamado Yangtian Xu. El supuesto fundador de Shein, empresa que es parte del corporativo ZoeTop Business Co., basado en Hong Kong, que a su vez pertenece a otra compañía llamada Shein Group Ltd, que que lleva las riendas de las operaciones en línea.
Según la plataforma española El Mundo, Shein estaría estrechamente ligada al empresario chino Yang Jianxin, quien -según Forbes– sería un líder del comercio on-line. Si bien ese nombre no aparece en ningún lado, una de sus compañías parece estar vinculada con otros sitios similares. Se trata de Shenzhen, una empresa que, como menciona una investigación de ‘Buzzfeed’, estaría detrás de otras páginas como Dress Lily, Zaful o Trendsgal. Webs que tampoco suelen declarar quién es su operador, al igual que Shein. Un paralelismo que parece misteriosamente coincidencia.
Otro factor para su expansión global ha sido su capacidad de darle la vuelta a las leyes estadounidenses sobre el tema de importación, para así mantener sus precios bajos, enviando paquetes de menos de 800 dólares que ingresan al país libres de impuestos desde 2016.
Hasta influencers mexicanas se dejen seducir por Shein, pagadas, obviamente.
Todo parece indicar que Shein ha llegado para quedarse. Sin embargo, aunque a sus fans no les interese quién es Xu o dónde se fabrica la marca, si la marca busca seguir seduciendo a los nuevos consumidores tendrá que hacer cambios y ajustes que harán que sus precios se incrementen y sus fans se decepcionen.
La moneda sheiniana está en el aire, aunque sus productos seguirán contaminando por algunos años más con telas de mala calidad, la huella carbónica de los envíos y los centros de distribución, además de la explotación laboral y su evidente falta de responsabilidad social.
Fuentes de apoyo:
https://www.elmundo.es/loc/celebrities/2019/10/08/5d9b2f4c21efa04e748b464a.html
