Melusina
Todos deseamos la felicidad, el bienestar, la salud y el amor, pero solemos olvidar que tenemos el poder de materializar lo que deseamos, soñamos y pensamos. Para ello, hay que activar nuestra mente en armonía con la fuente universal de la abundancia y de todo bien.
¿Cómo hacerlo?, te preguntarás. Sencillo, actuando, pensando y sintiendo lo que dictan las leyes que conforman el universo y la vida, tú propia vida:
Ley de armonía. Todo lo que existe y forma parte del universo, se relaciona entre si. Nada ni nadie aislado tiene razón de ser. Cada “elemento” sólo tiene significado cuando se relaciona con el todo. Todo coopera ordenadamente al plan natural, cumpliendo el rol correspondiente a su naturaleza y grado evolutivo.
Ley de atracción. Necesitas activarla cada día con mensajes positivos. Te sorprenderá hasta dónde puedes llegar; sólo es cuestión de programación. Piensa en soluciones, porque así como piensas así te suceden las cosas.
Ley de Causa y Efecto. Todo tiene su causa. Todo sucede por una razón. Las causas más poderosas son el pensamiento y el amor. El pensamiento es positivo (amor) o negativo (odio); de modo que la causa es positiva o bien, negativa. Las positivas siempre producen efectos positivos y las negativas siempre producen efectos negativos.
Ley de dar. Esta ley metafísica viene a decir que es lo mismo dar y recibir, porque el universo fluye de esa manera; de modo que debemos dar aquello que deseamos recibir. Si buscas prosperidad, tienes que ayudar a otros a prosperar.
Ley de los opuestos complementarios. La vida y la gente son como son, tienen su lado bueno y su lado malo; que el éxito y el fracaso son condiciones naturales e inevitables de la vida, el asunto está en aprender de ambos.
Ley del Mentalismo según el cual el pensamiento es principio de toda creación. Es un poder natural de todo ser humano, pero que necesita desarrollar a través del aprendizaje para que sea creador. La idea precede a toda creación y a toda acción humana superior.
Ley de Motivación. Está muy relacionada con la Ley de Atracción. Son los estímulos que impulsan a la acción y lograr los objetivos. Es la fuerza que mueve el mundo. Cuando estés convencido, nada ni nadie podrá detenerte en tu camino hacia el éxito.
Ley de selección. Abarca aspectos biológicos, éticos, culturales y espirituales. Tiene por objetivo el triunfo de los valores de desarrollo (conocimiento, verdad, justicia, honestidad, democracia, sensibilidad, convivencia, progreso, etc.) sobre el egoísmo, la ignorancia y la agresividad.
Ley de totalidad. Todo lo que hacemos o dejamos de hacer nos marca para siempre. Somos resultado de todo lo que hemos hecho a lo largo de la vida. Somos la síntesis de billones de pequeñas ideas, acciones y sentimientos producidos desde que nacimos. Con lo bueno construimos cualidades y virtudes y con lo malo alimentamos defectos.
Ley de Vibración. Tu mente vibra y emite señales según tu ánimo. A través de las vibraciones expresas quien eres (autoestima, convicciones, capacidad y felicidad, o tus complejos, temores y frustraciones). Selecciona tus ideas sentimientos y lenguaje porque te modelan día a día, de forma lenta pero profunda y pueden conducirte al éxito o bien al fracaso.
Ley del Propósito en la Vida. Cada ser humano es enviado a la vida para cumplir una misión y trae consigo las cualidades para hacerlo. La principal misión es el desarrollo de ti mismo. Cada persona necesita descubrir su vocación para hacer lo que ama.