El boom de lo verde, lo ecológico, orgánico y sostenible nos persigue desde hace un par de años. Un sinfín de términos, frases y declaraciones inundan el mercado. Desde etiquetas en la ropa, slogans y los call to action de ciertas marcas y organizaciones. Desde Adidas hasta Naciones Unidas, todos hablan de moda sostenible, de moda ética, moda ecológica, moda lenta.
¡La sostenibilidad nunca antes estuvo tan de moda!
Nos engancha, nos encanta y todo sabemos a qué se refiere… ¿No?
Por Mireille Acquart
Moda sostenible, no es aquella moda de usar las envolturas de las frituras que te comes, ni de aquellos vestidos hechos de papel periódico que vemos en algunas pasarelas; tampoco es aquella “moda” de andar de manta y huaraches. No se trata –sólo- de ropa hecha de algodón orgánico o de piezas trabajadas por comunidades indígenas. La MODA SOSTENIBLE, viéndola desde la perspectiva de una actividad económica creativa es un sistema de producción que establece la utilización responsable y eficiente de los recursos: naturales, humanos y económicos –entre otros-, con el fin de mejorar la calidad de una prenda, proceso o sistema; y conseguir mejores resultados con la misma inversión.
Los textiles y la ropa sostenible -o sustentable- es aquella ligada a un sistema de diseño, producción y comercializacicón bajo un esquema de respeto al entorno que nos rodea, provocando el mínimo impacto ambiental dañino posible, apoyando una nueva dinámica social: responsable, justa e incluyente, favoreciendo el desarrollo de una sana economía local. Es la antítesis de aquella donde la explotación de mano de obra, el uso indiscrimando de los recursos naturales, la implementación de materiales y sustancias dañinas para la salud humana y del medio natural son una constante del sistema de la moda actual.
Aclarando corrientes de la moda sostenible:
- Moda ecológica: Su objetivo principal es reducir el impacto negativo al ecosistema natural reduciendo o eliminando pesticidas, abonos químicos y sustancias tóxicas o procedentes de la petroquímica durante el proceso de transformación.
- Moda lenta (slow,) una vertiente del movimiento Slow Food; la lucha contra la estandarización y masificación de la moda (fast fashion), en donde la rapidez y transitoriedad son elementos icónicos.
- Moda ética, aquella donde lo ético como aquél “conjunto de normas morales que rigen la conducta de una persona en cualquier ámbito de la vida […] así como una parte de la filosofía que trata del bien y del fundamento de sus valores […]” (RAE) es empleado como un valor fundamental para para regir toda actividad propia a la industria de la confección y de la moda.
Al final, el término es lo de menos, lo más importante sería intentar, experimentar e implementar materiales, procesos y normas que nos permitan un sistema de producción y consumo responsable, resiliente y eficiente, algo menos volátil y transitorio.
Quién hace qué, con qué y por qué, con quién y para quién, serían algunas de las.preguntas que nos permitan identificar a los actores que suman al reto de lasostenibilidad.
Lo ecológico y lo sostenible están de moda, no cabe duda. Quien ha emprendido el camino hacia nuevos modelos de negocio basados en estas y otras premisas, no sólo forma parte de un selecto grupo… Hoy se encuentra ante el reto de dar un paso hacia adelante, otro y uno más. No hay salidas de emergencia o atajos. La meta es lograr producir y comercializar desde aquel pantalón o camisa, esa colección a presentar en la semana de la moda o esa partida de la temporada bajo un esquema de uso eficiente y responsable de los recursos, en un ciclo que permita un retorno de inversión ambiental y social igual o mayor al económico.
¿Moda pasajera? Definitivamente no. A fashion industry statement!
