Fueron dos largos meses de rumores, de que si, de que no, de que quien sabe. Me refiero a la calendarización de eventos para los primero meses de lo que ahora recodaremos como el terrible 2020.
Organizadores y planeadores cruzaron los dedos, aun sabiendo que ni con señas, supersticiones y rezos de diversas índoles se iba a evitar lo que venía. En este fin de la segunda década del nuevo siglo del milenio que celebramos vestidos de blanco con bombo y platillo en el 2000, la rosca traía además del Niño, 3 reyes Magos y hartas monedas de chocolate, la noticia que seríamos invadidos, no por los esperados extraterrestres, sino por un enemigo invisible que acabaría con la vida tal y como la conocíamos hasta las decembrinas fiestas del 2019.
Las redes sociales y no tan sociales que no existían en el 2000, se dieron a la tarea de mostrarnos como países y ciudades iban sucumbiendo, como esos enormes cruceros que llevaban a miles de pasajeros a conocer lugares remotos se fueron quedando aislados sin llegar a puerto, como la poderosa China, donde empezó todo el desmadre, era capaz de construir un hospital para miles de enfermos en tan solo una semana.. y al poco rato empezamos a sentir pasos en la azotea, a sabiendas que nuestro sistema de salud lleva más de 20 años de deterioro, se llame como se llame.
Sucumbimos al igual que el resto del mundo, a la pandemia. Las ciudades callaron y vida misma pareció congelarse. Todos las organizaciones y empresas que tenían programados congresos, conferencias, ferias y expos, tuvieron que repensar sus calendarios y reprogramar para “más adelante”; las ferias especializadas que hubieran significado un cierto alivio para sectores dirigidos al consumidor final, ya muy lastimados por la existente recesión, tuvieron que cancelar o posponer; fragilizados en su economía, estos sectores tratan de reorganizarse y el resultado será un intenso segundo semestre del año. No hay de otra.
Estamos a finales de mayo; el pronosticado aplanamiento de la curva no da señales de aplanarse, las opiniones acerca de en que momento entraremos a la nueva normalidad (New Normal) son opuestas y contradictorias. Lo que nos queda claro a la mayoría de los que somos emprendedores, que vivimos de nuestra iniciativa, creatividad e ingenio es que tenemos que reactivarnos. Por mucho que se alabe el home office, las iniciativas por zoom, los lives o cualquier otro método de interacción a distancia, necesitamos reencontrarnos con los nuestros, manteniendo, desde luego, la sana distancia y enmascarillados, con el nuevo accesorio de moda. Necesitamos sentir nuestra humanidad, nuestras emociones, el cariño gremial que nos une…por mas que se quiera convencernos de lo contrario…no somos robots…no somos computadoras…y no podemos vivir nuestras vidas a través de la pantalla de un teléfono, aunque los influencers hayan querido convencernos de lo contrario. BTW, el 80% de estas altamente pagadas figuras han perdido sus ingresos…o sea, el mundo real es el que cuenta.
Habiendo sobrevivido el temblor del 85 cuando nuestra industria de la moda quedó sepultada bajo los escombros de Izazaga, solo me queda hacer la siguiente reflexión: Eran los años de Salón Boutique, la feria de la moda que organizaba mi empresa ONC. En noviembre del 85 seria nuestra tercera edición en un hotel cerca de la torre de Pemex. El hotel fue requisado por el gobierno y Salón Boutique se quedó sin lugar donde llevarse a cabo. Fue gracias a la generosidad de Yolanda Vargas Dulche, escritora y dueña de la cadena de los hoteles Kyrstal quien me ofreció el Krystal Zona Rosa (hoy NH Reforma). La industria de la moda estaba damnificada. ONC también, sus oficinas arriba del Cine Diana en bastante mal estado, el Kristal Zona Rosa tenia 4 pisos tapiados e inservibles, pero ahi nos fuimos, organizadores, expositores y todos los equipos de los desfiles a celebrar Salón Boutique. Pánico escénico. ¿Y si no llegaba nadie? Y vinieron. Llegaron compradores de toda la república a reestablecer contacto con su industria, con la sangre de sus negocios. Fue un éxito.
Por lo anterior me atrevo a pensar y lo deseo de todo corazón que las expos de nuestros gremio de la moda del segundo semestre, serán un éxito como punto de reencuentro para volver a sentirnos cerca y hacer nuevamente negocio.
#unidosporlamodasaldremosadelante
